martes, 4 de diciembre de 2012




Caminando hacia  casa
Remo y remo, remo desaforadamente, mas con el corazón que con la razón,  con locura  impetuosa remo  pero cuanto más remo más parece que me alejo de ti, tu sonrisa brilla y me indica el camino como un faro solitario enseña el camino a un naufrago perdido en alta mar. Fijo la mirada en las manos doloridas de tanto esfuerzo, cuantas cosas nos dicen las manos con solo una mirada, manos fuertes, delicadas, pálidas, morenas, huesudas y regordetas, la palma siempre mirando a la madre tierra, cómplice de siembras y nacimientos, dura como el trabajo que realiza y suave como las caricias que regala, anchos surcos la recorren , líneas  cortas y largas en las que se puede leer a poco que uno se fije frases tales como  te quiero, hasta pronto, no me olvides.
El dorso mirando al cielo, perdido entre blancas nubes y horizontes azules , pálido como la noche, bronce como los rayos del sol que duermen sobre  la piel, dedos danzarines que abrazan el aire  como buscando acariciar aunque solo sea un instante los sentimientos del alma.  
Levanto la vista y por fin diviso el embarcadero entre la arboleda que nace del rio, tu sonrisa de nuevo a iluminado mi camino de vuelta a casa, sobre el embarcadero un silueta tantas veces soñada se hace  cada vez más y más cercana, el corazón late fuerte y acompasado marcando un ritmo que bate mis sienes, en mi cabeza se repite un eco susurrante que como una suave tentación dándome un beso me dice: estas en casa

miércoles, 31 de octubre de 2012



RUTINA

Se acabaron los días soleados, los paseos junto al mar, las interminables charlas bajo la noche estrellada, los amaneceres, abrazados nuestros cuerpos fundidos en un solo yo, deseando que no llegue nunca la mañana, deseando que el sol por una sola vez una su camino a la luna.
De nuevo quedan los recuerdos de los días felices, las imágenes evocadoras difíciles de olvidar, las palabras dulces y a la vez acidas sobre las que pensar y meditar, las buenas intenciones sobre los días venideros.
De nuevo el odioso despertador llamándonos cruelmente, de nuevo el café de las 7 en el bar del Flori, de nuevo el insufrible día a día que nos acerca cada vez más a ninguna parte.
Amanece un nuevo día y en la penumbra de la habitación, sentado en el borde de la cama mis pensamientos vuelan rápidos y desenfrenados.
Te miro y no te veo, te palpo con la punta de mis dedos y no te siento, respiro el aroma de tu cuerpo y no puedo olerte, avanzo un paso hacia ti y te veo como te alejas dos en otra dirección, desde la oscuridad de esta habitación veo la luz que emana tu cuerpo iluminando mi ansiedad, tus pensamientos como pompas de jabón se elevan etéreos y flotando en el aire se lanzan a un extraño baile formando una espiral de globos de colores que llegan hasta el estrellado cielo, una vez acariciadas las estrellas estallan en mil colores convirtiendo el baile en una fina lluvia de desenfrenados y locos sentimientos que bañan mi atónito rostro ante tanto colorido,  repaso cada centímetro de tu cuerpo en busca de una curva caprichosa, de un cabello travieso ocultando tu rostro, buscando ansioso una sonrisa fuera de lugar, mas solo consigo ver reflejos de bronce en tu espalda, cascadas azabache cayendo sobre tus hombros y filas interminables de blancas perlas brillando y asomando libremente entre tus labios rojos.
Tu mano se apoya distraídamente sobre mi pierna desnuda y no puedo más que sentir un dulce escalofrío recorriendo mi cuerpo.
Lentamente, aprovechando tu estancia en brazos de Morfeo acerco mis labios a tu mejilla haciendome
de nuevo la puñetera pregunta de todos los días  

¿ “ RUTINA “?  

lunes, 23 de julio de 2012


Tercer aniversario

Hay días en los que me pregunto al abrir los ojos si realmente estoy despierto, los parpados me pesan como la vida misma y por la pequeña abertura por la que consigo ver  trato desesperadamente de mirar hasta más allá de donde consigo ver, trato de llegar hasta el país de los sueños, castillos de arena en la orilla del mar, risas infantiles surcan el cielo como cometas prendidas de un hilo , el suave olor de las manos de mi madre lavándome la cara, cielos anaranjados al atardecer que me llevan a mundos mágicos, lugares desconocidos para mí y tantas veces visitados cogido de tu mano, tu sonrisa iluminando la noche, mil estrellas celosas surcan el universo salpicando el cielo con reflejos del brillo de tus ojos, la luna envidiosa oculta la mitad de su rostro tras un oscuro halo temerosa de reflejar todavía más tu sonrisa.
Donde comienzan los sueños y donde termina la realidad?, alguien quiere decirme que es más importante, soñar con el corazón o ver lo que mis ojos quieren soñar, creer al corazón o ver el dulce de tu mirada, negros abismos se abren a mis pies a los que me lanzaría sin dudar si tú me tendieses tu mano con una sonrisa, estos largos cabellos negros como la noche que se deslizan entre los dedos de mis manos me dicen que quizá no sean cabellos sino sentimientos bailando al son de alegres tamborileros perdidos en las callejuelas de mis recuerdos.  
En el amanecer del tercer aniversario de mi nueva vida al fin voy entendiendo que nada es vano ni importante, nada es falso ni verdadero, que mas me da soñar creer o ver, si miro, creo  y sueño con el corazón, porque a veces nuestro corazón nos muestra lo que nuestros ojos y  nuestros sentidos no llegan a apreciar, el color de un beso, el sabor de una sonrisa, el sonido de tus pensamientos, porque que puede ser más intenso y colorido que un abrazo tuyo. Hay días en los que me pregunto si realmente estoy despierto.
Sigo practicando y poco a poco voy aprendiendo a bailar bajo la lluvia sin perder el compas  
     

miércoles, 18 de abril de 2012


La playa de los recuerdos

Después de tanto tiempo sin poderlo sentir hoy al fin volvió, mis pies desnudos hundidos en la cálida arena sentían como al escurrirse entre mis dedos en busca de su libertad  dejaba  una calidez que se aferraba a mi ser llegando hasta lo mas profundo de mi alma,  el cielo azul infinito salpicado de nubes formaban extrañas y al mismo tiempo conocidas figuras, estas me invitan a ver los retazos de vida que llevan de aquí a allá al capricho de las brisas, los rayos de sol bañan mi piel dándole ese tono que tanto añoro en los tristes días del invierno,  al levantar la vista hacia el torreón de la playa consigo ver tu silueta asomada en la terraza, oteando el horizonte en busca de los sueños que arrastra la marea, repasando  ávidamente con la mirada la arena de nuestra playa por si la marea olvido llevarse algún sueño y poder convertirlo en realidad, el suave viento de la tarde descarado y atrevido ondea tu cabello siguiendo el ritmo de un suave bolero, al mismo tiempo  la vela blanca en que se ha convertido tu vestido resalta todavía más si es posible la silueta de tu cuerpo,  camino lentamente alargando todo lo posible esta visión que me colma de dicha.
Abrazos, paseos infinitos cogidos de la mano, mi brazo sobre tu hombro, tus labios dulces como la vida, sonrisas cómplices, palabras a la luz de la luna, caricias regaladas y saboreadas, miradas de luz profundas como el océano recorren mi tiempo.
Giras tu rostro y me observas caminar lentamente por estas dunas de nuestra playa, de pronto tus labios se entreabren dando paso  a la más hermosa  y enigmática de las sonrisas, que me quieres decir?, tus ojos me hablan, tus brazos abiertos abrazan la brisa que se escapa entre risas, tu olor golpea mis sentidos como martillo a yunque, que bueno poder regresar  sin partir y partir sin marchar desde el fondo de mi corazón.
Definitivamente hoy por fin ha vuelto,  te amo.  

martes, 17 de abril de 2012


La esperanza de la soledad

Cuando el silencio retumba como un trueno en la tormenta de nuestras vidas, 
cuando la soledad está rodeada de gentes sin rostros que vienen y van, 
cuando los recuerdos son más reales que los acontecimientos del hoy, 
cuando los sentimientos se amontonan al fondo del corazón, 
cuando el mar no es tan azul como el brillo de tu mirada, 
cuando el ser interior lucha para estar a la altura y poder continuar un día más,
cuando los segundos parecen horas, las horas días y los días eternidad, 
entonces es cuando mi hombro, huérfano de las caricias de tu rostro, grita desesperado al viento la soledad que dejo tu partida, entonces es cuando los acordes de esta canción me acercan cada vez más a ti, ahora es cuando me doy cuenta de la falta que me hace poder mirarte a los ojos, poder hablarte viendo el suave movimiento de tu rostro al sonreír, ver esa mueca de realidad en tus mejillas, poder oler tu pelo, ver alejarse hacia la libertad esas bocanadas de humo saliendo entre tus labios rojos, solo entonces fundidos en un dulce abrazo, volverán los sonidos, los recuerdos, los sentimientos, entonces se cerrara el círculo mágico dentro del que abrazados por fin bailaremos juntos bajo la lluvia al compas de las gotas que nos traerá el viento.   

lunes, 26 de marzo de 2012


Caminando por el camino

Sarria dos kilómetros,  indicaba aquel letrero situado a la orilla del sendero, mis piernas ya cansadas de tanto caminar sintieron revitalizarse con la esperanza de la llegada a su destino,    “ ánimo que ya estamos “  dije al pequeño grupo de caminantes  que  como perlas de un collar nos habíamos ido juntando poco a poco a lo largo de la jornada, sudorosos y cansados por fin llegamos a la puerta del albergue donde el encargado nos recibió con un gran sonrisa  en el rostro “ Amigos sed bien venidos estáis en vuestra casa, sentiros como tal “. Una vez duchados y con ropas secas nos sentamos alrededor de la chimenea  formando un atípico grupo, al calor de la lumbre y con el estomago ya satisfecho, comenzaron a desgranarse las historias que nos habían llevado a cada uno de nosotros a implicarse en esta aventura tan dura y bella a la vez; María y Paz dos hermanas gemelas tan hermosas y  opuestas entre sí como los polos, Mario un simpático andaluz lleno de vitalidad pero con una perpetua mueca de tristeza en el rostro que indicaba algo más que felicidad en su vida,  Pedro, Pedrito según nos dijo le gustaba que se le llamase, desgranando dulzura y profundidad al hablar sin miedos a mostrar su yo interior, Paula una brasileña de ojo negros y cabello luciendo ya reflejos de plata, seria y concisa la hablar, y por último yo, perdido en un mundo que parece preguntarme a cada paso ¿ quién eres y a dónde vas?.  
Al calor de la lumbre y como era de esperar comenzó a desvelar su porque nuestro Pedrito, su mundo se había derrumbado a su alrededor al conocer que todo el trabajo y mimo  que había puesto en  su relación se marcho con Miguel aquel triste día,  empapados y bajo la lluvia cuando le comunico con un abrazo que sus caminos se separaban  en busca de nueva metas  para sus vidas, su esperanza no era encontrar  una justificación al porqué, simplemente quería trazar un nuevo camino y reconstruir su ser roto en mil pedacitos;  sin darnos a penas tiempo a reaccionar  Mario tomo la palabra, nos conto que su viaje se debía a una profunda crisis interior que le corroía desde lo más profundo de su alma, su destino dependía del tiempo en que tardase en encontrarse a sí mismo;  la chimenea chisporroteaba despidiendo un suave calor que nos embriagaba e invitaba a continuar con nuestros particulares relatos, después de un breve pero intenso silencio las gemelas se decidieron a intervenir, realmente parecían la misma persona reflejada en un espejo, pero nada más lejos de la realidad, una era alegre, sincera, de su persona emanaba una seguridad insultante, su mirada directa parecía atravesarte como una daga llegando hasta tu interior, era  un tornado de pasiones y vitalidad, en cambio la otra era profunda, muy profunda y a su vez distante al expresar sus sentimientos, sus palabras salían como un torrente que se abre paso entre las llanuras, su mirada fija en el suelo nos decía que en el mismo momento que sus palabras salían de su boca ya estaba arrepentida ya que eran retazos de su vida que no deseaba mostrar,  pero su peso era tal que sentía la necesidad de enseñárnoslos aún cuando se odiaba a si misma por ser vulnerable a los sentimientos, pensé al terminar sus relatos que si se pudiesen fundir ambas personas en una única persona seria realmente hermosa , nuestra brasileña de ojos negro comenzó su relato con una seguridad que solo los años son capaces de dar, después de varios desengaños en su búsqueda de la estabilidad personal la vida le empujo a buscar nuevos horizontes lejos de su hogar, vivió  aventuras, amores y sinsabores que la llevaron al paso de los años a plantearse si realmente valía la pena la lucha,  este viaje para ella era realmente importante puesto que se estaba buscando a sí misma, por último tome la palabra y trate lo mejor posible de explicar cuál era mi destino y el porqué del mismo, les conté que después de idas y venidas mi vida simplemente se había difuminado ente algún punto del camino,  mi fin era darle sentido a este camino y eso es lo que esperaba de esta experiencia.
Nuestro amable posadero que nos observaba atentamente una vez finalizados nuestros relatos se atrevió a dirigirse a nosotros con estas palabras, no puedo por menos que entristecerme al oír vuestros relatos, quien dijo que es fácil, quien se atrevió  a deciros que  en algún recodo de este camino vais a encontrar la felicidad, quien tiene las llaves del baúl de la verdad, buscar en vuestro interior , arrancaros esa capa tras la que os escondéis y buscar solo la verdad del que, Pedro el amor sin pasión es una vía muerta donde ningún tren llega a su destino, el mayor amor que se puede dar es la libertad, aprende a usarla y encontraras tu camino, Mario la fe en uno mismo no está escrita se escribe cada día, se acaricia como se acarician los sentimientos , se siente como lo que es efímera y a la vez eterna, mira en tu interior si sabes ver encontraras tu camino,  María toma de la mano a Paz,  está perdida y busca solo donde apoyar la pesada carga que lleva en su interior, la confianza en uno mismo es la mejor de las suerte de las que podemos disfrutar, gritarle al viento que vuestra vida interior es tan grande que no tiene cabida dentro de vuestro pecho, el día que podáis decir con una sonrisa en los labios mirando al amor a los ojos que lo amáis ese día encontrareis el camino, Paula, cuantas veces hay que ir a la fuente a llenar nuestro cántaro para que nos sepa mejor el agua, goza del momento y del gozo surgirá quizás lo que tanto has buscado, simplemente el camino ira en tu busca, disfrútalo, y para ti que te veo confuso y perdido solo te digo …………………..                   

jueves, 22 de marzo de 2012


Una flor en el paraíso
Pasada ya la tormenta me decidí a caminar un rato por la orilla de la playa con el fin de poner algo de orden a  mis sentimientos, aquel huracán de la noche anterior había dejado a su paso además de agua y viento  partes de mi vida al descubierto,  dejando paso a alegrías y decepciones que luchando entre sí trataban de encontrar un porqué a mi mas que aparente sonrisa de felicidad.
Las olas suavemente llegaban hasta mis pies acariciándolos con su cálida agua, el sol despuntaba por el horizonte saliendo de su encierro nocturno en brazos de Neptuno, las ramas de las palmeras caían lánguidamente  sobre la arena creando con su verde sobre el dorado de la arena una barrera entre el azul turquesa del mar y los cientos de colores que estallaban en la espesura del bosque,  flores de mil colores, plantas de hojas grandes, frondosas, todo salpicado de arboles y palmeras , los cantos de los pájaros dando la bienvenida al día llegaban a mis oídos como dulces melodías que presagiaban un gran día, y en el horizonte y hasta donde podían divisar mis ojos nadie a la vista, que más se podía pedir, entonces recordé tu despedida de la mañana,  como desde la puerta me lanzas una última sonrisa que viene acompañada de un beso el cual flotando en el aire me alcanza como un huracán, siento un escalofrío de placer recorriendo toda mi espalda, la sabanas de esta cama me traen aromas de la noche pasada entrelazados nuestros cuerpos desnudos  en  abrazos de pasión,   tu pelo todavía húmedo del último baño a la luz de la luna desgrana olores marinos como olas golpeando la rocas del malecón,  tu cuerpo salado tiene el sabor de  dulces canciones  cantadas en la playa junto a la hoguera,  mis manos temerosas de romper este embrujo tiemblan al deslizarse sobre tu piel sintiendo el tibio calor que desprende tu cuerpo, siento que estoy sentado en  un tiovivo que gira y gira desaforadamente cuando tus besos recorren mi cuerpo, la música nos invita a bailar dando vueltas y más vueltas como los danzarines de una caja de música, embriagados de tanta felicidad nuestros cuerpos agotados caen abrazados en los brazos de Morfeo con el más dulce de los sueños.
No vivo en el paraíso,  tú eres mi paraíso, entonces como distinguir una flor en el paraíso cuando nuestros sentidos son  incapaces de abrazar tanta belleza.         

jueves, 23 de febrero de 2012





Una gitana vestida de rojo cereza

La música de aquellos violines llegaba como un dulce bálsamo hasta mis oídos, con la mirada busque afanosamente quien causaba aquella agradable sensación que colmaba de paz mi ser, al fin pude divisar al fondo de la plaza y junto a la fuente a  dos zíngaros curiosamente ataviados y armados de sendos violines  desgranando alegres melodías,  al son de tan entrañable música una gitana descalza entre melodías más flotaba que bailaba,  sus largas melenas,  negras como azabache flotaban al viento dejando entrever su bronceado rostro del que desafiante emergía una sonrisa turbadora, su cuerpo dentro de aquel ceñido vestido rojo cereza se cimbreaba acompasadamente con la música dando giros y giros con los brazos abiertos, era como si  estuviese abrazando a la vida por sentirse tan feliz, al mismo tiempo sus manos giraban al compás como abanicando vientos tratando de arrancarle puñados de felicidad a la realidad.
Ante tan turbadora visión no pude menos que preguntarme en que parte del camino decidimos dejar de bailarle a la vida, de ser felices sin más, de amar solo con el corazón, de ver no solo lo que miramos,  en qué momento pasamos simplemente a mirar de reojo a la vida, viendo asustados como niños lo fácil que  se nos escapa la felicidad entre los dedos como el agua en una cesta de mimbre, porque esta dualidad tratando de ocultar nuestros desengaños.
Recordé también felices tiempos, con nuestros bolsillos vacíos, nuestros paseos cogidos de la mano por la orilla del mar, mi corazón latiendo peligrosamente al acercarme a ti, nuestros dedos entrelazados parecían imposibles de separar en esta vida, tus besos, abrazos, mis besos, abrazos, nuestros besos, no teníamos nada, solo ilusiones, teníamos lo que queríamos, éramos felices  que más se podía pedir.
Mas el tiempo pasa, la pasión deja paso al amor que a su vez cede terreno al cariño, tus miradas de complicidad ya no necesitan de las palabras, tu ser convertido en un libro abierto muestra sus páginas dibujadas con los mil colores del amor, la ilusión del mañana se ha convertido en la realidad del hoy, la libertad se ha convertido en serenidad, nuestros pasos acompasados nos han traído pausadamente hasta aquí sin decirnos en qué momento se nos olvidó bailar.
Simplemente somos felices sabiendo que siempre habrá una gitana descalza bailándole a la vida. 

miércoles, 15 de febrero de 2012


A veces un par de maletas hablan
Un par de maletas en la penumbra del pasillo, justo frente a  la puerta me  indicaban que había llegado el momento de iniciar aquel camino sin retorno hacia ninguna parte. Cuantas cosas pueden caber en dos maletas una vez las vacías de sus ropajes, cuantos momentos a veces  alegres,  tristes, dulces, amargos  y apasionados a la vez han contemplado estas mismas  maletas, las que ahora me están mirando fijamente desde el quicio de la puerta, parece que más que hablarme me preguntan entre lagrimas cuando decidimos abandonarlas , mi boca calla lo que mi  alma grita, porque cuando los sentimientos huyen al son de las palabras, cuando se ocultan las miradas, cuando el simple roce de los cuerpos hace sangrar la piel, entonces es cuando uno se hace las preguntas,  cómo hemos llegado hasta aquí?,  que camino tomo la pasión?,  porque mis oídos de tanto escuchar no entienden nada?.
Mis pies clavados en el suelo tratan de hundirse tierra abajo como raíces de un árbol moribundo, la tormenta que arrecia agita mis ramas de las que cuelgan por igual penas y glorias, miro con pavor este leñador de nombre indiferencia  caminando hacia mí con su afilada hacha, en su filo lleva escrita la pregunta que  resuena en mi cabeza como el eco un tambor, como hemos llegado hasta aquí?.
Con una maleta en cada mano recorro el camino hacia mi incierto destino,  al girar la esquina veo junto al sauce aquel  banco de madera pintado de rojo, cuantos  poemas leímos a la sombra del viejo árbol, como reías alegre cuando algunos rayos de sol conseguían escapar de su prisión y se posaban en tu rostro. La tortuosa calle continúa ascendiendo hacia ninguna parte, como pesan estas maletas, mis ojos recorren sin querer,  tal vez  tratando de darle una última despedida al pasado todos los gratos lugares que acompañan mis recuerdos, el horno con sus ricos bollos de crema , cómplices me dicen al oído, recuerdas como al comerlos dejaban sobre su nariz pequeñas  islas de azúcar, niños jugando sobre las aceras al cuidado de atentos ojos maternales,  los mil colores de la frutería, como con paciencia elegías las frutas como saboreando  con las manos  y la vista cada una de ellas, mi barrio, nuestro barrio, ya no descubriremos caminando de la mano los primero tallos de la primavera,  lentamente me alejo ya sin mirar atrás, mi alma por fin se da cuenta de la realidad, no habrá verano tras esta primavera,  el frío pudo con ella.
Como hemos llegado hasta aquí?. 

martes, 14 de febrero de 2012


Entonces abuelo, porque la abuela esta siempre sonriendo?.
Detrás de aquella sonrisa carente de toda maldad  como un eco resonaba la pregunta entre sus  labios y su boca,  su limpia mirada me invito a sacar de dudas a aquel pequeño de rizos dorados como trigo, así que pausadamente como solo la edad ayuda a interpretar las palabras,  trate de complacerle con estas palabras. Mira mi bien, cuando por las mañanas la abuela sonríe es porque le declara al día que su noche le ha traído dulces recuerdos  que como tejas le han protegido de lluvias y nieves, y que estas no han conseguido enfriar su corazón, sonríe porque las primeras luces del alba han alejado los fantasmas de la noche,  sonríe porque cuando ríes, tus risas llenan tanto su ser que si no sonriese estallaría en mil pedazos, sonríe porque la luz de la mañana le invita a descubrir  nuevos caminos por recorrer, por eso mi vida sonríe la abuela por las mañanas.
Entonces abuelo porque sonríe la abuela por la tarde?
Mira mi cielo, por las  tardes al sentarse la abuela en el porche,  entre los vaivenes de la mecedora,  su sonrisa nos está diciendo que su quehacer diario finalizo, que el día toca a su fin, que el ocaso le da la bienvenida al tapiz de estrellas del firmamento, sonríe porque en cada estrella con esmero escribió un pasaje de su vida, por eso la luna está llena de tanto leer estrellas, sonríe porque sabe que su sonrisa ilumina con mil farolillos de colores el sendero hasta el hogar, por eso mi vida la abuela sonríe por las tardes.
Entonces abuelo porque tú nunca sonríes?
Te has dado cuenta mi bien, el abuelo nunca sonríe porque pasa las noches en vela susurrándole  al oído dulces recuerdos de felicidad, soplando sobre su cuerpo un cálido halo para alejar los fantasmas de la noche, porque paso la mañana contándote cuentos para oír tus risas, porque limpio de obstáculos los caminos a recorrer, y por las tardes cuando la noche a vencido al día, cuando el sol esconde su ultimo rayo, coloco las estrellas alrededor de la luna para que la hacedora de sueños pueda escribir en cada una cuanto nos quiere, no sonrío porque  tengo miedo que la tristeza,  envidiosa de mi felicidad venga presta a apagar los farolillos del camino y me pierda en el sendero de la vida.  Pero no sufras mi vida,  cuando el abuelo exhale su último suspiro, en ese momento con una gran carcajada,  pintare mil sonrisas con los dedos para que todo el mundo sepa que nadie pudo ser tan feliz como yo abrazando sonrisas.   

lunes, 13 de febrero de 2012


El mar y tú
El verano transcurría tranquilamente, realmente por primera vez cada cosa encajaba en su sitio, paseos al amanecer  por la orilla del mar sintiendo como el agua jugueteaba con nuestros pies, baños de sol y de agua, cuerpos tendidos sobre la arena, cenas a la luz de mil velas en aquellas mesitas del puerto con sus manteles de cuadros rojos y blancos,  la luna reflejada sobre el mar con su luz plateada  reflejada  sobre un manto negro, largas noches compartiendo sueños y realidades, aquella pequeña casita como salida de un cuento entre el mar y el campo, verdaderamente todo era perfecto.
Una mañana los primeros rayos del alba,  además de los ronroneos de mis estomago,  me decían que había llegado el momento de ir a por el desayuno,  la ventana entreabierta dejaba pasar  una suave brisa proveniente de la playa, viento cálido y a la vez  ligeramente húmedo, en el techo pendiendo de un hilo una bruja de sombrero picudo y siniestra faz cabalgaba sobre su escoba en una extraña danza al son de la brisa, desgranando un muestrario de siniestras sombras sobre la pared. Sentado en  la butaca dedique unos instantes  en recorrer  tu cuerpo con la mirada,  parecía que  disfrutaba con recomponer en mi cabeza cada centímetro de tu piel, aquella blanca sabana formando olas cubriendo partes de tu cuerpo haciendo resaltar todavía más el bronce de tu piel, esa hermosa cascada azabache  sobre la almohada dejando entrever el rostro sereno y plácido del sueño. El aroma a azahar danzando con la brisa invadía la habitación invitándome a recuerdos y sensaciones  de noches pasadas, siento de nuevo como tus brazos me rodean y me aprietan contra ti, siento el cálido aliento de tu boca rozándome el oído regalándome  un te quiero,  gotas  como perlas resbalan acompasadamente por nuestros cuerpos, mis manos aprietan fuertemente las tuyas entrelazando los dedos hasta formar un solo uno, sensaciones descontroladas recorren mi cuerpo, me siento pequeño y a la vez inmenso porque al fin lo sé, se puede amar,  sentir,  gozar, pero amar sintiendo, querer gozando,  y a la vez  sentir el gozo de amar es lo que hace que uno se  sienta grande  a su lado.
El cantico que algunos agradecidos pájaros daban a la mañana me devolvió a la realidad del hoy, saliendo del dormitorio no pude por menos que lanzar una última mirada, tratando de robar una pequeña porción  más de felicidad con la que  llenar mis  ya repletos  bolsillos.       

viernes, 10 de febrero de 2012


Un domingo cualquiera.
Me había prometido aquel domingo ser fiel a mí propuesta de la noche anterior, mañana mente en blanco y a disfrutar de la inopia,  como siempre y por no sé qué oculto motivo,  al amanecer mis ojos abiertos repasaban todos los detalles tantas veces observados del dormitorio, mirando a través de  la ventana  entreabierta se veía  aquella vieja y solitaria casona a la que los años y la soledad habían tratado con desdén,  ajando sus paredes de madera con mil grietas y astillas, difuminando  en el tiempo aquella pintura  que algún lejano día debió de ser su manto salvador, poco a poco se fue creando en mi interior  un desasosiego que me izo levantar de la cama cual autómata de cuerda y a trompicones dirigirme al baño, salía de mi querida ducha matutina cuando llegó a mis oídos un sonido extraño y  al mismo tiempo conocido desde el dormitorio, apoyando mi hombro sobre el quicio de la puerta  procedí a observar la causa de tan extraños sonidos,  aquella dama se situaba frente al espejo  cambiaba continuamente de posición, ahora de frente,  ahora de costado, ahora de espaldas , ahora del otro costado, y vuelta a empezar, todo ello acompañado de un rosario de sonido guturales que me sonaban a desaprobación, al fin apercibida de mi presencia y girándose hacia mi pregunto afirmando  a la vez:  tú qué opinas?, como me ves?,  verdad que este vestido me hace mayor?, todo esto al unísono y de una vez.  Las respuesta a tamaña preguntas cual tornado de fuertes vientos se agolpaban en mi cabeza peleando por salir y gritar al mundo su lado más sincero, pero como decirte  que hay mil formas de verte y que todas me gustan,  como decirte que la pasión se ha transformado en devoción, que cuando tu andas tus pies calzan mis zapatos,  como decirte que  no veo tus arrugas, que tu pelo entonces azabache es mucho más bonito con sus reflejos plateados, como decirte tantas cosas en tan pocos años que nos quedan por vivir,  porque yo he aprendido a tu lado que las brujas que nos embrujan con su embrujo  no llevan escobas ni sombreros  de pico, simplemente  son bellas como tú,  porque se puede ser bella  además de hermosa,  y tu  quieres que te conteste en  tres palabras?, porque eres tan cruel conmigo? .
Conseguí a  duras penas mantener el aliento y después de tragar saliva, directamente  y mirándole a la cara conteste:  la verdad cariño es que te sienta muy bien y te hace aparentar ser más joven.  
Porque callamos  cuando hay  que hablar?      

jueves, 9 de febrero de 2012

Se puede ser feliz y no morir en el intento?








Se puede ser feliz y no morir en el intento?

Sentado cuál grotesco buda en la popa de aquel  velero, mis piernas sumergidas en el agua formaban nubecillas de espuma blanca que quedaban flotando a la deriva con un destino incierto,  volutas de humo  salían de mi boca  como danzarines serpenteantes hacia el infinito.
Aquel atardecer tenía algo mágico, la noche cabalgaba sobre las olas en nuestra busca, el sol se escondía tímidamente en el horizonte, avergonzado de haber regalado al mundo tanta belleza, algunos peces saltaban sobre las olas hacia ninguna parte huyendo de un enemigo invisible, las gaviotas en el cielo  cuál Juan Salvador se elevaban y descendían en un juego incruento contra el viento con un único vencedor, su propia libertad, al fondo a lo lejos la entrada del puerto se vislumbraba salpicada de velas, blancas, con franjas azules, amarillas, rojas, dejando entrever gente sobre las cubiertas, caminando como autómatas, recogiendo velas y agitando los brazos formando extrañas cabriolas felices de estar vivos,   todas aquellas sensaciones se agolpaban en mi como aquel carrusel de feria que gira y gira, del que a cada giro vemos un caballito nuevo, un cochecito aquí un elefante allá,  sueños cumplidos y  todavía no alcanzados, aquella playa con su blanca arena, aquella horrorosa toalla que resaltaba todavía más tu belleza, aquellos canales de Venecia por los que nos perdíamos sintiéndonos como Montecchis y Cappellettis, aquella mano tuya sujetando el seno de Julieta con aquella sonrisa que iluminaba todo Verona,  la tarde aquella desde aquel mecano de hierros,  Paris a nuestros pies con sus luces susurrándonos al oído un te quiero , el sonido de la llamada desde los minaretes en las placidas tardes de oriente con aquel aroma a incienso que nos traía la brisa, aquellos sabores, olores  y colores que no fui capaz de plasmar en papel pero que fluyen como ríos de luz en mi interior.   Sentí de nuevo tus manos recorriendo mi espalda,  mis brazos abrazándote como si ese fuese el último abrazo en el atardecer de mi vida. De pronto el sonido proveniente de la campana que colgaba del mástil me alejo de aquel mundo de cuentos y recuerdos, vi partir,  alejándose de mí en la oscuridad, alegres amaneceres a tu lado, placidos atardeceres cogidos de la mano, intensas noches de valses y clarines. Realmente, sin ropa, desnudo y  con los pies en el agua me sentía feliz de vivir, tal vez aquel wisky en mi mano ayudara algo también.  Después de todas estas elucubraciones recostándome sobre un mullido cojín me dije a mi mismo:  La verdad es que esto y no hacer nada, es lo que más me gusta.
Más vale ser gaviota que concha de ostra, o algo así    

martes, 7 de febrero de 2012

La cueva del lobo
Andaba aquella soleada mañana escopeta al hombro, más atento a mis pensamientos que al motivo de mi salida campestre,   cabizbajo y taciturno no conseguía hilar algo coherente a toda aquella amalgama de sentimientos que batían mis sesos.  Más que andar aquello se había convertido en un rosario de tropiezos y juramentos, aún no se cuando lo vi,  pero algo me decía que aquella sombra extraña me era ya muy conocida, y al fin cuando pude acercarme hasta sentir su aliento lo reconocí:  Vaya maese lobo tu por aquí , cuál será esta vez el viento  que te arrastre desde el ocaso hasta mi esta vez,  acaso serán  vientos alisíos llegados desde el trópico que harán florecer promesas y sentimientos, serán vientos de poniente recuerdo de cálidos veranos  y mieses en la trilla, serán vientos del monzón  que nos traerán las aguas del otoño y calmaran nuestros fuegos o simplemente será vientos del norte, fríos y desangelados, seguirás en tu refugio cuál anacoreta en su cueva, dejaras que encienda una hoguera que te de calor, esta vez traeré troncos sin ramas, ramas sin hojas y fuego sin humo para que desde tu cueva puedas ver el sendero que recorres cada día, pondré antorchas para que no tropieces con las piedras del camino, veras que no necesitas botas, que tu piel sin costra es más suave, que tus ojos ven  más que tu vista, que aunque me veas armado nunca disparare contra ti, solo te pido una cosa,  no me muerdas nunca más, duele perder la mano con la que se acarician los sentimientos.

Que tengas un bon jorno