Tercer aniversario
Hay días en los que me pregunto al abrir los ojos si
realmente estoy despierto, los parpados me pesan como la vida misma y por la pequeña
abertura por la que consigo ver trato
desesperadamente de mirar hasta más allá de donde consigo ver, trato de llegar
hasta el país de los sueños, castillos de arena en la orilla del mar, risas
infantiles surcan el cielo como cometas prendidas de un hilo , el suave olor de
las manos de mi madre lavándome la cara, cielos anaranjados al atardecer que me
llevan a mundos mágicos, lugares desconocidos para mí y tantas veces visitados
cogido de tu mano, tu sonrisa iluminando la noche, mil estrellas celosas surcan
el universo salpicando el cielo con reflejos del brillo de tus ojos, la luna
envidiosa oculta la mitad de su rostro tras un oscuro halo temerosa de reflejar
todavía más tu sonrisa.
Donde comienzan los sueños y donde termina la realidad?, alguien
quiere decirme que es más importante, soñar con el corazón o ver lo que mis
ojos quieren soñar, creer al corazón o ver el dulce de tu mirada, negros abismos
se abren a mis pies a los que me lanzaría sin dudar si tú me tendieses tu mano con
una sonrisa, estos largos cabellos negros como la noche que se deslizan entre
los dedos de mis manos me dicen que quizá no sean cabellos sino sentimientos
bailando al son de alegres tamborileros perdidos en las callejuelas de mis recuerdos.
En el amanecer del tercer aniversario de mi nueva vida al
fin voy entendiendo que nada es vano ni importante, nada es falso ni verdadero,
que mas me da soñar creer o ver, si miro, creo y sueño con el corazón, porque a veces nuestro
corazón nos muestra lo que nuestros ojos y nuestros sentidos no llegan a apreciar, el
color de un beso, el sabor de una sonrisa, el sonido de tus pensamientos, porque que
puede ser más intenso y colorido que un abrazo tuyo. Hay días en los que me pregunto si realmente estoy despierto.
Sigo practicando y poco a poco voy aprendiendo a bailar
bajo la lluvia sin perder el compas