lunes, 26 de marzo de 2012


Caminando por el camino

Sarria dos kilómetros,  indicaba aquel letrero situado a la orilla del sendero, mis piernas ya cansadas de tanto caminar sintieron revitalizarse con la esperanza de la llegada a su destino,    “ ánimo que ya estamos “  dije al pequeño grupo de caminantes  que  como perlas de un collar nos habíamos ido juntando poco a poco a lo largo de la jornada, sudorosos y cansados por fin llegamos a la puerta del albergue donde el encargado nos recibió con un gran sonrisa  en el rostro “ Amigos sed bien venidos estáis en vuestra casa, sentiros como tal “. Una vez duchados y con ropas secas nos sentamos alrededor de la chimenea  formando un atípico grupo, al calor de la lumbre y con el estomago ya satisfecho, comenzaron a desgranarse las historias que nos habían llevado a cada uno de nosotros a implicarse en esta aventura tan dura y bella a la vez; María y Paz dos hermanas gemelas tan hermosas y  opuestas entre sí como los polos, Mario un simpático andaluz lleno de vitalidad pero con una perpetua mueca de tristeza en el rostro que indicaba algo más que felicidad en su vida,  Pedro, Pedrito según nos dijo le gustaba que se le llamase, desgranando dulzura y profundidad al hablar sin miedos a mostrar su yo interior, Paula una brasileña de ojo negros y cabello luciendo ya reflejos de plata, seria y concisa la hablar, y por último yo, perdido en un mundo que parece preguntarme a cada paso ¿ quién eres y a dónde vas?.  
Al calor de la lumbre y como era de esperar comenzó a desvelar su porque nuestro Pedrito, su mundo se había derrumbado a su alrededor al conocer que todo el trabajo y mimo  que había puesto en  su relación se marcho con Miguel aquel triste día,  empapados y bajo la lluvia cuando le comunico con un abrazo que sus caminos se separaban  en busca de nueva metas  para sus vidas, su esperanza no era encontrar  una justificación al porqué, simplemente quería trazar un nuevo camino y reconstruir su ser roto en mil pedacitos;  sin darnos a penas tiempo a reaccionar  Mario tomo la palabra, nos conto que su viaje se debía a una profunda crisis interior que le corroía desde lo más profundo de su alma, su destino dependía del tiempo en que tardase en encontrarse a sí mismo;  la chimenea chisporroteaba despidiendo un suave calor que nos embriagaba e invitaba a continuar con nuestros particulares relatos, después de un breve pero intenso silencio las gemelas se decidieron a intervenir, realmente parecían la misma persona reflejada en un espejo, pero nada más lejos de la realidad, una era alegre, sincera, de su persona emanaba una seguridad insultante, su mirada directa parecía atravesarte como una daga llegando hasta tu interior, era  un tornado de pasiones y vitalidad, en cambio la otra era profunda, muy profunda y a su vez distante al expresar sus sentimientos, sus palabras salían como un torrente que se abre paso entre las llanuras, su mirada fija en el suelo nos decía que en el mismo momento que sus palabras salían de su boca ya estaba arrepentida ya que eran retazos de su vida que no deseaba mostrar,  pero su peso era tal que sentía la necesidad de enseñárnoslos aún cuando se odiaba a si misma por ser vulnerable a los sentimientos, pensé al terminar sus relatos que si se pudiesen fundir ambas personas en una única persona seria realmente hermosa , nuestra brasileña de ojos negro comenzó su relato con una seguridad que solo los años son capaces de dar, después de varios desengaños en su búsqueda de la estabilidad personal la vida le empujo a buscar nuevos horizontes lejos de su hogar, vivió  aventuras, amores y sinsabores que la llevaron al paso de los años a plantearse si realmente valía la pena la lucha,  este viaje para ella era realmente importante puesto que se estaba buscando a sí misma, por último tome la palabra y trate lo mejor posible de explicar cuál era mi destino y el porqué del mismo, les conté que después de idas y venidas mi vida simplemente se había difuminado ente algún punto del camino,  mi fin era darle sentido a este camino y eso es lo que esperaba de esta experiencia.
Nuestro amable posadero que nos observaba atentamente una vez finalizados nuestros relatos se atrevió a dirigirse a nosotros con estas palabras, no puedo por menos que entristecerme al oír vuestros relatos, quien dijo que es fácil, quien se atrevió  a deciros que  en algún recodo de este camino vais a encontrar la felicidad, quien tiene las llaves del baúl de la verdad, buscar en vuestro interior , arrancaros esa capa tras la que os escondéis y buscar solo la verdad del que, Pedro el amor sin pasión es una vía muerta donde ningún tren llega a su destino, el mayor amor que se puede dar es la libertad, aprende a usarla y encontraras tu camino, Mario la fe en uno mismo no está escrita se escribe cada día, se acaricia como se acarician los sentimientos , se siente como lo que es efímera y a la vez eterna, mira en tu interior si sabes ver encontraras tu camino,  María toma de la mano a Paz,  está perdida y busca solo donde apoyar la pesada carga que lleva en su interior, la confianza en uno mismo es la mejor de las suerte de las que podemos disfrutar, gritarle al viento que vuestra vida interior es tan grande que no tiene cabida dentro de vuestro pecho, el día que podáis decir con una sonrisa en los labios mirando al amor a los ojos que lo amáis ese día encontrareis el camino, Paula, cuantas veces hay que ir a la fuente a llenar nuestro cántaro para que nos sepa mejor el agua, goza del momento y del gozo surgirá quizás lo que tanto has buscado, simplemente el camino ira en tu busca, disfrútalo, y para ti que te veo confuso y perdido solo te digo …………………..                   

jueves, 22 de marzo de 2012


Una flor en el paraíso
Pasada ya la tormenta me decidí a caminar un rato por la orilla de la playa con el fin de poner algo de orden a  mis sentimientos, aquel huracán de la noche anterior había dejado a su paso además de agua y viento  partes de mi vida al descubierto,  dejando paso a alegrías y decepciones que luchando entre sí trataban de encontrar un porqué a mi mas que aparente sonrisa de felicidad.
Las olas suavemente llegaban hasta mis pies acariciándolos con su cálida agua, el sol despuntaba por el horizonte saliendo de su encierro nocturno en brazos de Neptuno, las ramas de las palmeras caían lánguidamente  sobre la arena creando con su verde sobre el dorado de la arena una barrera entre el azul turquesa del mar y los cientos de colores que estallaban en la espesura del bosque,  flores de mil colores, plantas de hojas grandes, frondosas, todo salpicado de arboles y palmeras , los cantos de los pájaros dando la bienvenida al día llegaban a mis oídos como dulces melodías que presagiaban un gran día, y en el horizonte y hasta donde podían divisar mis ojos nadie a la vista, que más se podía pedir, entonces recordé tu despedida de la mañana,  como desde la puerta me lanzas una última sonrisa que viene acompañada de un beso el cual flotando en el aire me alcanza como un huracán, siento un escalofrío de placer recorriendo toda mi espalda, la sabanas de esta cama me traen aromas de la noche pasada entrelazados nuestros cuerpos desnudos  en  abrazos de pasión,   tu pelo todavía húmedo del último baño a la luz de la luna desgrana olores marinos como olas golpeando la rocas del malecón,  tu cuerpo salado tiene el sabor de  dulces canciones  cantadas en la playa junto a la hoguera,  mis manos temerosas de romper este embrujo tiemblan al deslizarse sobre tu piel sintiendo el tibio calor que desprende tu cuerpo, siento que estoy sentado en  un tiovivo que gira y gira desaforadamente cuando tus besos recorren mi cuerpo, la música nos invita a bailar dando vueltas y más vueltas como los danzarines de una caja de música, embriagados de tanta felicidad nuestros cuerpos agotados caen abrazados en los brazos de Morfeo con el más dulce de los sueños.
No vivo en el paraíso,  tú eres mi paraíso, entonces como distinguir una flor en el paraíso cuando nuestros sentidos son  incapaces de abrazar tanta belleza.